La verdad es que llevo algún tiempo pensándolo. Cuando yo era pequeña me gustaba jugar con las muñecas, con construibles, a juegos de mesa, saltar a la comba, etc., y para reyes pedía juguetes. Al día siguiente estaba deseosa de salir a la calle y compartirlos con mis amigos, pasar horas jugando con ellos, sin importar el frío. No voy a mentir diciendo que solo tenía juguetes y ninguna consola, pero aun así, veo una gran diferencia de los niños de hoy en día a cuando yo era pequeña. Pienso que estos niños están perdiendo parte de su desarrollo pegados a una pantalla de un juego interactivo. En realidad esto me da lástima, ver como una sociedad que evoluciona de forma tan impresionante hace que los niños no desarrollen su creatividad, sino que se limiten a pasarse un juego, en vez de jugar con un balón, y que cuando se les quita la consola se enfaden, se aburran, no sepan que hacer… cuando hay muchas cosas más. La culpa no es de los niños. Puede que los padres tengan parte de culpa por comprarlas, pero generalmente será de la sociedad.
Para terminar, hay una frase de Albert Einstein que hace recapacitar sobre todo esto: “El día que la tecnología sobrepase a la humanidad tendremos una generación de idiotas”. Lo más triste de todo es que llegará un momento en el que no nos podremos plantear que hicimos mal.
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